Con estas líneas, sólo quería daros unas GRACIAS enormes por haberme permitido disfrutar de una campaña de Navidad súper dulce y a dos ruedas. Y es que este año me lo he pasado pipa con las dos temáticas; tanto en las fotos de estudio en los coles y guardes, con el minitaller de galletas navideñas, como en las sesiones de exterior, con mis aventureros montados en bicicleta en busca de piñas y musgo por el campo.
Idear las dos propuestas fue para mí divertido y trabajoso a partes iguales. Las galletas navideñas, sin ser una temática muy original en Navidad, me brindaba la posibilidad de ofrecer a los niños un juego, una forma de entretenerles y divertirles mientras yo les captaba con mi cámara... Es verdad que utilizamos plastilina en lugar de masa real, pero los tiempos de pandemia y las posibles alergias así me lo aconsejaban. A los peques no les importó y se curraron un montón todas las figuritas; parecían verdaderos cocineros de Papá Noel. Recabar el resto de atrezzo también me levantó de la silla y del ordenador y me permitió curiosear en un montón de tiendas que me encantan.
Las bicicletas, por su parte, surgieron mientras redactaba un listado con todas las ideas que me habían surgido para este año. Fueron tomando fuerza sobre otras, y encontrar a las protagonistas fácil y rápido en Wallapop (dos bicis de los años años 80, ¡de mi época!, súper vintage y en buen estado) me decidió definitivamente. Disfruté mucho restaurándolas, pintándolas y decorándolas, trabajos en los que me ayudaron, como siempre, los sufridores de mis ocurrencias, mi madre y mi marido... ¡gracias! El resultado me encantó, quedé contenta. El trabajo ha sido súper bonito, aunque algunos días, como el que nos sorprendió una granizada-nevada, fueron fríos y duros.
Pero el resultado ha merecido la pena... esos recuerdos ya siempre quedarán para vosotros, pero la verdad es que para mí también...
Lo dicho... ¡¡¡GRACIAS!!! Espero veros de nuevo a través de mi objetivo a tod@s la próxima Navidad. Besos